- Loverscurvers
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Hola #loverscurves, parafraseando a los famosos payasos de la tele ¿cómo están ustedes?... lo se, no tengo arreglo. Bueno, espero que estéis bien, yo estoy contenta, porque hace frío y tenía muchas ganas (ya lo sabéis) de decirle hasta luego al “caló”. Como hace fresquete y quedan veinte días para que llegue el invierno, he querido escribir en esta ocasión sobre los nórdicos. Los rellenos nórdicos, no los habitantes de los países nórdicos, aunque ellos si que nos pueden dar una lección de grados bajo cero. Los rellenos nórdicos son un gran desconocido para la gran mayoría, hay mucha variedad de modelos y precios. Aparentemente son iguales, a simple vista no se puede apreciar el relleno interior y composición. Como los colchones, hasta que los pruebas no sabes si es el tuyo.
De las 24 horas del día, ocho estamos en la cama (algunos menos que otros), es por ello que elegir bien supone un confort incomparable. La confección y gramaje determinarán las diferencias de precio, nos encontramos con rellenos naturales y con sintéticos. Los rellenos nórdicos como tal, los propios, son los naturales compuestos de plumones de ave, ya sea de pato u oca, pero plumón. Porque es más ligero, aporta más calidad y transpiración. Sus fibras forman un entramado permitiendo circular el aire y guardar el calor corporal sin crear humedad. Cuanto mayor sea la calidad del plumón, más calor dará, menos relleno necesitará, más fino será y menos pesará.
Pero no vale cualquier ave, dependiendo de la procedencia e incluso alimentación del pato o la oca, así será la calidad y propiedades de este. En líneas generales el plumón de oca es de mayor calidad que el plumón de pato. En un segundo escalón, están los nórdicos rellenos de pluma. También son de calidad, pero al tener parte de caña, aísla menos y su capacidad de transpirar también merma. Al tocarlo se nota la rigidez de la caña y es menos agradable. Ya sea plumón o pluma, el tejido exterior siempre será 100% algodón y de color blanco. Los nórdicos 100% plumón tienen el precio más elevado, e irá bajando conforme caiga ese porcentaje frente al de pluma. Y el gramaje, que es la capacidad calorífica, también será condición para el valor de este.
Por último tenemos los sintéticos, lo más parecido al edredón de toda la vida. Más económicos que los naturales, compuestos por fibras huecas de poliéster o por microfibras. Son transpirables, antialérgicos, hasta aquí igual que los de ave, un punto a su favor es la limpieza, otro es el precio y otro es que no necesita funda nórdica, porque los puedes elegir con tejido exterior estampado o de color que no sea blanco. En contra tiene la capacidad de aislamiento, aunque eso dependerá del frío que se tenga.
Ahora queda elegir. ¿Cuál prefieres y por qué? Deja tu comentario, me gustaría saber tu opinión.
Hasta la próxima #loverscurves.
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03/12/18